ADIOS TRISTE A SPANAIR


Ayer 27 de enero, diez días después de haber volado con ellos, con esta gran compañía aérea repleta de profesionales, recibo con gran pesar el anuncio de su cierre definitivo. Un cierre que a pesar de que sabía que tarde o temprano se produciría jamás pensé que fuera a ser tan brusco. De hecho horas antes había estado a punto de comprar un vuelo con ellos para mi hijo, pero afortunadamente no lo hice por lo que cuando un amigo me envió un mensaje al movil anunciándome la quiebra de la empresa, pensé que no sería inminente. En mi mente todavía circula esa imagen de ese A321 de Spanair rodando por las pistas del aeropuerto de Los Rodeos envuelto en esa niebla que tal vez era una manera de despedirse ya que ahora sí que Spanair está envuelta en la niebla de los recuerdos y parece ser que no remontará el vuelo.

Creada hace casi 25 años, por la SAS de Escandinavia, la creó a semejanza de la entonces filial escandinava de SAS llamada Scanair y creó otra filial en España cuya denominación sólo variaba en una letra. Eran los años de charter y cuando por 1.992 se le permitió realizar vuelos regulares fue de las primeras en España en hacerlo al romperse el entonces vergonzoso monopolio que tenía el estado con Iberia. Esta imagen de arriba pertenece a un A320 de Spanair estacionado en finger en Madrid.

Hace muy pocos años un desgraciado accidente en Madrid de un MD82, hizo un daño casi irreparable a esta gran compañía aérea que tenía base en Palma de Mallorca. Para acabar de agudizar más aún si cabe su problema el entonces nefasto gobierno de Baleares presidido por Antich dió luz verde a algo que jamás debió pasar a la compañía y era su traslado de base a Barcelona que fue su última puñalada tanto en contra de la compañía como sobretodo de sus empleados y cuando hablo de nefasto gobierno me refiero al campo aeronaútico balear ya que dejó a Baleares sin compañías aéreas que tenían su base en Palma, caso de Futura, Lte, Aebal etc, etc.. De esa forma SAS también se deshacía de gran parte de esta empresa. Una vez en Barcelona tuvo que luchar con una dura competencia con Vueling y más tarde con Ryanair dos compañías que para los isleños son bastante nefastas en relación a Spanair ya que al menos con Spanair aparte de incluir el equipaje en sus precios, las conexiones eran excelentes no había que volver a facturar maletas y permitía beneficiarse del descuento de residentes en el segundo tramo si era nacional. Cosa imposible en Ryanair o Easyjet y aunque posible en Vueling las conexiones no son buenas ya que se debe permanecer un tiempo eterno en el aeropuerto de tránsito, en ocasiones hasta una noche entera incrementando incomodidad y gastos para los isleños. Una de las cosas que hacía sospechar que las cosas no íban bien en Spanair era que ya hacía años que había cambiado su imagen y en cambio los aviones seguían luciendo sus colores de siempre caso de la foto de arriba.

Mi último vuelo con esta compañía ha sido con este A320 de Spanair EC-JJD que además ya había volado con él anteriormente. Como curiosidad era de los pocos de esta compañía que tenía el timón de cola con el nuevo logotipo, no así el título ya que sus letras eran las antiguas. Una vez convertida Spanair en aerolínea catalana y con base en Barcelona se hizo un concurso para decidir sus nuevos colores que se anunciaron a bombo y platillo, luego vino una catalanización de la compañía introduciendo al catalán su revista de abordo y demás elementos cosa que no tiene por que ser mala, pero tal vez había otras prioridades. Tal vez los sueños de cuatro políticos catalanes de tener su propia compañía aérea amén de tener sus propias embajadas dieron la última estocada a esta compañía aérea y sus generosas subvenciones mientras en esa comunidad recortaban en sanidad, no hay que olvidar el precio de la compañía que pagó el gobierno de Cataluña: un euro simbólico. Al final parece que todo es política y que lo único que la mantenía viva fue el interés de Qatar por la compañía que en cuanto se supo que renunciaba a darle la inyección de efectivo que Spanair necesitaba y la definitiva renuncia del gobierno catalán a inyectarle más dinero cerró de inmediato.

Mientras tanto Spanair quedará en nuestro recuerdo entre la niebla de la memoria, de esa gran compañía que tuvimos en España y de un servicio inmejorable y vuelos sin trompetas anunciando su llegada, sin rascas y ganas y sin follones en facturación de tener que pagar 22 euros por kilo de más y sin problemas si se perdía la tarjeta de embarque ya que de inmediato emitían otra sin costos. Adiós Spanair, Hasta siempre.

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